Después de más de quince años de apoyo, missio pidió a CAMECO que llevara a cabo una evaluación para escrutar el fondo de la beca, la adecuación del monto de la beca y la idoneidad de los criterios de selección y el proceso de selección. Se analizaron los documentos del proyecto (por ejemplo, solicitudes e informes). Se entrevistó a asesores científicos locales y al personal docente. Además, se llevó a cabo una entrevista grupal de becarios actuales y una encuesta en línea.
El fondo de becas tiene como objetivo capacitar personal especializado para ayudar a las iglesias locales en la expansión de su presencia en los medios de comunicación, mejorando así la inclusión de las posiciones católicas en los discursos políticos, económicos y socioculturales, especialmente en los medios de comunicación seculares.
El programa de becas missio apoya principalmente a mujeres estudiantes de familias de bajos ingresos y a miembros de hermandades locales. En 2001 se concedieron las primeras ocho becas. El subsidio cubre las cuotas de matrícula y los gastos del curso para uno de los dos semestres del año académico.
En la encuesta, los antiguos becarios confirmaron unánimemente la alta calidad de los estudios en el ISC. La mezcla de teoría y práctica está considerada una calificación adecuada para el mercado local. Más de la mitad de los antiguos becarios trabajan en una organización eclesiástica, como por ejemplo una oficina diocesana de comunicación. Sin embargo, se recomienda que missio aumente la suma de la beca, para facilitar el apoyo durante todo el año académico y la duración del curso. Además, missio debe exigir informes más detallados que documenten y justifiquen la selección de cada becario por parte de un comité de selección. Por ejemplo, se aconseja al CSI que mejore la transparencia en relación con el anuncio de la convocatoria de solicitudes, y que establezca lo antes posible la red de antiguos alumnos prevista, para mantener el contacto con los antiguos alumnos y mantenerse al día de sus carreras.
